Con Amelia Zamora, psicóloga del Servicio de Apoyo de Servicios Sociales del SEM de Tres Cantos, hablamos sobre cómo afecta WhatsApp en las relaciones. ¿Son uno de los que no se ven? ¿Crees que tu pareja tiene que estar siempre disponible para contestar tus mensajes?
“Algunos venimos de una infancia sin móvil, pero las nuevas generaciones lo tienen como forma natural de comunicación”, explica Zamora, “Se han generado una serie de códigos para intuir la comunicación no verbal y poder interpretar la mensaje.” En este código encontramos los emoticonos, gifs o stickers con los que acompañamos el texto. “Algo positivo es que nos detenemos a reflexionar sobre la cara que ponemos cuando queremos comunicar algo”.
Zamora explica que la “cultura de la inmediatez” tiene consecuencias: “Tenemos la sensación de poder hablar de cualquier cosa y en cualquier momento, y si hay interés te tienen que dar una respuesta inmediata”.
Hay momentos de trabajo, ocio o situaciones que nos pueden impedir contestar, pero esto puede generar conflicto: “Atribuimos significados a no contestar o no hacerlo de inmediato, cuando creemos que no somos una prioridad”, dice Zamora.
En estas situaciones pueden generar ansiedad, celos o venganza: “si en 3 horas no me contestas, yo tampoco”.
Información que puede ser un caldo de cultivo en situaciones de celos: «Para las personas con celos es fácil «hacer sus películas», por ejemplo, si su pareja está en línea y empiezan a pensar «Con quién habla a esta hora». ? »».
Ante esto, aplicaciones como WhatsApp han incorporado una serie de modificaciones para que haya menos control, por ejemplo, se puede ocultar la hora de la última conexión o el doble tick azul que indica que se ha leído el mensaje.
Con Amelia Zamora, psicóloga del Servicio de Apoyo de Servicios Sociales del SEM de Tres Cantos, hablamos sobre cómo afecta WhatsApp en las relaciones. ¿Son uno de los que no se ven? ¿Crees que tu pareja tiene que estar siempre disponible para contestar tus mensajes?
“Algunos venimos de una infancia sin móvil, pero las nuevas generaciones lo tienen como forma natural de comunicación”, explica Zamora, “Se han generado una serie de códigos para intuir la comunicación no verbal y poder interpretar la mensaje.” En este código encontramos los emoticonos, gifs o stickers con los que acompañamos el texto. “Algo positivo es que nos detenemos a reflexionar sobre la cara que ponemos cuando queremos comunicar algo”.
Zamora explica que la “cultura de la inmediatez” tiene consecuencias: “Tenemos la sensación de poder hablar de cualquier cosa y en cualquier momento, y si hay interés te tienen que dar una respuesta inmediata”.
Hay momentos de trabajo, ocio o situaciones que nos pueden impedir contestar, pero esto puede generar conflicto: “Atribuimos significados a no contestar o no hacerlo de inmediato, cuando creemos que no somos una prioridad”, dice Zamora.
En estas situaciones pueden generar ansiedad, celos o venganza: “si en 3 horas no me contestas, yo tampoco”.
Información que puede ser un caldo de cultivo en situaciones de celos: «Para las personas con celos es fácil «hacer sus películas», por ejemplo, si su pareja está en línea y empiezan a pensar «Con quién habla a esta hora». ? »».
Ante esto, aplicaciones como WhatsApp han incorporado una serie de modificaciones para que haya menos control, por ejemplo, se puede ocultar la hora de la última conexión o el doble tick azul que indica que se ha leído el mensaje.