Por @wicho — 18 de marzo de 2023
Último tren a casa. Por Víctor Lukdary. Autopublicado. 213 páginas.
A 143 unidades astronómicas de la Tierra, la sonda Aquilonia aún está a unos meses de llegar a su destino, el asteroide 2086 SR129, del que aún les separan otras 17 UA. A bordo está su tripulación y algunos enormes motores de fusión para instalar en el asteroide para sacarlo de su órbita y llevarlo a Marte para un ambicioso programa de terraformación. También a bordo, criogenizados, se encuentran los 134 mineros que serán los encargados de instalar y poner en marcha los motores una vez que estén en su destino.
Pero una falla catastrófica en uno de los motores del Aquilonia detiene todos los planes y los deja varados en medio de la nada. Ante esto, las órdenes de Bethacom, la empresa que financia la misión, son salir de Aquilonia y que la tripulación instale cápsulas criogénicas en una de las naves auxiliares para emprender un viaje de ida y vuelta de dos años a una base en un asteroide. Sin embargo, eso significa dejar a su suerte a las 134 personas congeladas criogénicamente con la promesa de que enviarán una misión de rescate.
Al decidir que esta no es una opción, el Capitán Viktor Vorodin le presenta a su tripulación la opción de instalar los motores de fusión en un asteroide cercano y usarlo como un medio improvisado para llegar a casa.
Excepto eso tendrá que lidiar con los esfuerzos de Bethacom para detenerlo mientras que también tiene que ganarse la confianza de su tripulación; Después de todo, él es el capitán accidental del Aquilonia luego de que un ataque al corazón poco después de abandonar la Tierra obligó al Capitán Orellana a ser colocado en una de las cápsulas criogénicas. Él también tendrá que decidir. si puedes y quieres confiar en Rama o no, la inteligencia artificial de Aquilonia. Aunque Rama a su vez también tendrá que decidir si puedes y quieres confiar en viktor.
No es una novela muy original, y hay algunas cosas en la trama que no me terminan de convencer. Pero sin embargo me pareció entretenido, que no es poco. Y por los tres euros que cuesta la versión Kindle, merece mucho la pena.
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