Por @Alvy — 6 de diciembre de 2022
Se sabe que si un día llega “el asteroide” y choca contra un lugar habitado de nuestro planeta nos podemos joder. Neal Agarwal ha creado un simulador de impacto de asteroides con suficiente detalle mostrando todas estas posibilidades simulando los efectos que tendría en lugares conocidos: ciudades destruidas por cráteres gigantes, bolas de fuego, ondas de choque, terremotos y el calor liberado.
Ver los tamaños es interesante porque incluso los asteroides más pequeños (unos cientos de metros de diámetro) ya tienen un gran poder destructivopor no hablar de las que tienen más de 1 km de diámetro y pueden considerarse destructores totales; Allí no se salva nada salvo algunos seres vivos y plantas – véase el caso de los dinosaurios hace 65 millones de años cuando se extinguió el KT.
Lo primero es elegir el lugar del impacto en el mapa, haciendo zoom arriba y abajo y buscando el punto exacto (he elegido la Puerta del Sol de Madrid, que es muy conocida y más en estas fechas navideñas). Entonces puedes elegir el tipo de asteroide (hierro, oro, roca, carbón o cometa de hielo), su diámetro (entre 1 y 1.500 metros) su velocidad (entre 1 y 100 km por segundo) y el ángulo de impacto, entre 5 y 90 grados.
Con mi primer intento y un Humilde asteroide de roca de 100 metros a 18 km/s y un ángulo bastante directo de 80 grados el resultado es bastante destructivo, entre otras cosas:
- Un cráter de 2 km de diámetro y 430 metros de profundidad, que llega hasta el Retiro (curiosamente: toda la zona de aparcamiento de vecinos del centro). 7.500 personas vaporizado al instante (pocos me parecen).
- Una explosión de 25 megatones, más grande que cualquier explosión nuclear jamás vista, incluso en pruebas (comparar Hiroshima y Nagasaki, una docena kilotonos).
- Onda de sonido de 232 decibelios (que mataría a unas 127.000 personas).
- Cada casa en un radio de 17 km colapsaría (toda la ciudad y todos los suburbios, wow).
- Un terremoto de magnitud 5.4.
- Vientos máximos de 2 km por segundo (0,02 km/s ya son extremos).
Lo más curioso es que dice que un impacto de este estilo puede ocurrir cada 3.000 años más o menos. (Y que yo sepa, no hemos visto nada parecido por aquí en 3000 años… Hmm…)
Con asteroides más grandes, de hierro y a mayor velocidad, sin contarlo: un hierro de 1 km arrasaría con casi toda la Península Ibérica (Portugal, Galicia, Cádiz y Cataluña se salvan), con una bola de fuego de 45 km, 5 millones de muertos en el fuego abrasador, otros 8 millones quemados, un radio de 380 km arrasado incluyendo bosques, etc. y un terremoto de magnitud 8,2 que también sería canela fina. Creo que incluso provocaría un tsunami en el Mediterráneo.
Está claro que es una herramienta interesante para comparar y estudiar los efectos. Una especie de diversión macabra y megadestructiva pero totalmente inofensiva. Sobre todo, hay que ser consciente de que aunque el ser humano empieza a tener ideas prácticas sobre cómo cambiar las órbitas de algunos pequeños asteroides, esto no siempre es posible ni fácil, sobre todo si se detectan demasiado tarde, por lo que algunos pepinazos en algún momento en un futuro lejano parece casi inevitable.
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